"La palabra justa"

jueves, 10 de octubre de 2013

Cuando la crisis entra por la puerta

       El pasado día once de septiembre tuvo lugar la polémica Diada independentista. Alrededor de cuatrocientos kilómetros de simpatizantes de la propuesta dejaron claro que en momentos de crisis, alentar el espíritu nacionalista es una de las mejores armas del gobierno para desviar la atención de su incapacidad para solventar una situación como ésta. Porque, desde que estalló esta oleada, promovida por Artur Mas y su partido, ¿cuándo fue la última vez que los medios de comunicación dieron mayor importancia a la situación económica de Cataluña que a su ansia de independencia?



         Esto no sólo se podría recoger para el ámbito catalán de la independencia, sino a todas esas circunstancias que nos bloquean para ver la verdadera realidad de hoy en día. Son muchas las casualidades que surgen tras una mala imagen que da el gobierno. ¿Algún caso de corrupción está en curso? Hacemos el ridículo en los JJOO y listo. ¿Más recortes en sanidad y educación? Culpamos a ETA de posibles ataques terroristas. ¿Otro desahucio y otra familia más a la calle? Ese mismo día ponemos un Barça-Madrid y nadie se acuerda. Nos embaucan, nos timan y nos mienten, mientras ellos en su trabajo se ríen de nosotros haciendo que “dirigen un país” jugando con su iPad o tomándose un gintonic, eso sí, a 3’45 la copa, cuando al mes cobran el doble que lo que un obrero medio llegará a cobrar, con suerte, en todo un año.



            Desde luego, estos titiriteros están consiguiendo fácilmente su objetivo ante una ínfima resistencia de la población que, camelada por bellas palabras y una bonita promesa de felicidad, se está olvidando de los estragos que está ejerciendo la crisis, de la que esperan en vano una salida. Es en ese punto donde las desmedidas ilusiones estimuladas por el gobierno cobran vida propia y se escapan a su control. Es en ese punto donde el titiritero pierde los hilos.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Dios las cría y ellos las frustran


          Muchos años atrás las diferencias entre sexos eran tan abrumadoras y tajantes que la gente de esa época lo veía como una circunstancia normal, la mujer era notablemente inferior al hombre. Obviamente, con el paso del tiempo, este suceso se ha ido modernizando para que hombres y mujeres tengan los mismos derechos y deberes, hasta llegar a tal punto de poder hablar de igualdad, tras grandes luchas contra la discriminación y la sinrazón que antes se daba por supuesto. Aún así, hoy en día los estereotipos sexistas todavía colean, condicionando nuestras vidas y las de nuestros hijos.

                                                                                                                                  Parece una locura pensar que en pleno siglo XXI estemos hablando de esto, ya que, en los colegios, bajo la tutela de la coeducación, se supone una justa valoración del potencial académico tanto en niños como en niñas. Sin embargo, actualmente hasta los centros más progresistas son azotados por los fantasmas del machismo. Se ha comprobado que las mujeres no reciben el mismo reconocimiento por sus logros que los hombres, ya sea dentro del mundo laboral, o incluso en relación a su nivel académico, derivando en bajas expectativas hacia un futuro poco prometedor. Son estas las bases de una sociedad cimentada sobre los Derechos Humanos, pero con pilares tan anticuados como este, que hacen que la estructura entera se tambalee, y que se cuestione nuestra afición a conservar las costumbres y tradiciones.


            ¿Debemos permitir que el mundo funcione como una selva, donde leones y leonas cazan por igual, llevándose el macho el mejor trozo? ¿O que el trabajo de heroínas como Curie, Thatcher y Beauvoir quede reducido a nada? Tampoco buscamos ese feminismo exaltado (maquillado como igualdad) que recorre la mentalidad de las muchachas al grito de: "Los niños crecen, las niñas maduran". Ambos son el futuro, un futuro que será responsabilidad suya después de nuestra, pues no se nace hombre o mujer, sino que se llega a serlo.

martes, 24 de septiembre de 2013

Piensa diferente...

       Esto es para los rebeldes, los inadaptados, los pirados, los problemáticos, los que van en contra de la corriente, los que ven las cosas de diferente manera. Ellos no siguen las reglas y no tienen derecho por lo establecido.


       Puedes citarlos, estar en desacuerdo, glorificarlos o satanizarlos. Pero lo único que no puedes hacer es ignorarlos, porque ellos son los que de verdad impulsan la sociedad hacia adelante. Mientras que otros los tachan de  "locos", nosotros los vemos como genios, porque la gente que esta tan loca como para pensar que puede cambiar al mundo, es quien lo logra.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Taurinofobia

         “Llamar cultura al sadismo organizado, a la violencia, a la muerte o al dolor, es un insulto a la propia inteligencia, al desarrollo de nuestra evolución”. Encontrarse en pleno siglo XXI y ver todavía animales sufriendo a manos de un puñado de personas por diversión es algo que jamás entenderé. Es algo que va contra la moral que se nos está intentando infundir desde el colegio, contra la “moderna mentalidad” de la que fanfarroneamos hoy en día.



        La cultura es todo lo que heredamos de nuestros antepasados, aquellas actividades que años atrás se realizaban en el país. Sin embargo, no por ello estamos obligados a tomar al pie de la letra todas y cada una de ellas, sobre todo si suponen un espectáculo basado en acabar con la vida de un animal. Hace tiempo, la tortura por diversión era muy habitual en fiestas y celebraciones. No me refiero, solamente, a las “tan justas” batallas de cristianos contra leones en los coliseos romanos, por el único motivo de contentar al emperador, no. No hace falta alejarse tanto para ver que aquí mismo, hasta hace unos años se colgaban gallinas por el cuello hasta que muriesen, o se lanzaban cabras desde lo alto de un campanario. La tauromaquia es una de las pocas que, con el paso de los años, ha sobrevivido las vicisitudes y los cambios hacia una era más moderna. Pero ya se van observando cada vez más antitaurinos con el lema: “Tortura. Ni arte ni cultura”.


             Una de las primeras zonas en subirse a este tren contra la hipocresía fue Cataluña, prohibiendo las corridas de toros por completo, y no quedará mucho para que algún vecino se una a ésta para abolir de una vez por todas esta actividad tan delictiva como insensible. La única solución posible que está en nuestras manos es salir a la calle y manifestarnos por los derechos de los toros, ya que ellos, por sí mismos, no pueden defenderse del “valeroso” torero, escondido detrás del burladero. “La crueldad es la fuerza de los cobardes”.


              Dedicado a dos antitaurinos de corazón como Axel Amorrortu y Adrián Nogales.

viernes, 12 de julio de 2013

IN-Justicia

               
         Desde siempre se ha dicho que la justicia es ciega... Sí, claro. Eso es lo que dicen todos esos políticos y banqueros, corruptos y degenerados, para los que la igualdad no significa nada. Ellos sólo tienen que sacar un sobre y todo arreglado. Así va España, amigos míos. Los ricos cada vez son más ricos. Roban dinero al pueblo y se lo llevan a sus cuentas de paraísos fiscales, libres de impuestos, para seguir engordando y engordando su billetera, sin importarles nada que el país se esté hundiendo.


            
          Esa es la situación hoy en día, una paradójica inversión de la historia de Robin Hood, gente adinerada que roba a los pobres para enriquecerse aún más. Y de seguir así, este cuento no nos augura un buen final. Cuanto más dinero se lleven, menos habrá en las arcas del Estado, por tanto habrá que hacer más recortes, y ya sabemos todos las consecuencias de esas crueles e innecesarias reformas. Como sigamos así, los pobres serán cada vez más pobres, no podrán pagar una buena educación ni una sanidad en condiciones, y no nos olvidemos de la justicia, que ahora funciona a golpe de talonario, una reforma con el único fin de seguir ayudando al obrero español.



        Todos los partidos están en busca de la solución perfecta para poder salir de este “bache temporal” en el que estamos inmersos. Sin embargo, lo más fácil para solucionar esta crisis sería quitarles todo ese dinero a los ladrones para devolvérselo al pueblo, pero claro, eso no les favorecería en absoluto. Y mientras el ex tesorero o el hierno del mismísimo Rey que desvalijan a Hacienda siguen en la calle, un pobre hombre que roba pan para dar de comer a sus hijos es encarcelado 20 años. ¿Por qué? Porque la justicia es igual para todos.


Consumismo inconsciente



          Vivimos en una sociedad de consumo. Desde niños, ya nos meten en la cabeza el hecho de que comprar es bueno, que necesitamos comprar para sobrevivir. Así, estas pequeñas criaturas llegan a la adolescencia deseando lo mejor de lo mejor, todo de marca por supuesto, para no ser el único “loser” que no sigue la moda. Es así, y no sólo a esa edad, cuando vamos creciendo los medios de comunicación nos hacen ver que necesitamos todo lo innecesario que esté en venta.

          “Tenemos que comprar la televisión de pantalla plana con la última videoconsola al niño, el iPad de última generación y un portátil a la niña y, por supuesto, lo mejorcito en móviles para nosotros, que somos los más modernos.” Una era tecnológica que más que avanzar está retrasando, además de abobar a todo el mundo. Pero esto no sólo se queda en lo referido a las máquinas, al final nosotros mismos nos estamos obligando a comprar cosas que no valen para nada, y que, al final, acaban tiradas en el desván. Pero no aprendemos, y seguimos despilfarrando a lo tonto. Nos hemos convertido en esclavos de la publicidad, de todos los anuncios de cosméticos, aparatos y baratijas ya sea en televisión, en la calle y hasta en el ordenador. No los podemos evitar. Sólo falta que invadan nuestros sueños.


   Todo esto sólo puede conllevar a no llegar a fin de mes, acabar con el agua al cuello, gracias a que nos dejamos persuadir por las astucias de marketing modernas. Tenemos que consumir con cabeza, hacerlo responsablemente, porque sino, las grandes empresas nos estarían ganando el pulso. No te dejes engañar, la sociedad de bienestar no es para todos por igual.


"Todo el día currando como un cabrón hasta las 10 por un salario de mierda que no me llega a fin de mes. Pero la tele me dice que tengo que consumir. Acepto con sumo gusto, yo me dejo persuadir"





domingo, 7 de abril de 2013

Indignación


            No soy de los que piden milagros, sé que nadie regala nada, que todo es complicado, que la maldita injusticia es parte del ser humano y que la sociedad perfecta no existe ni se la espera. Yo eso lo tengo claro. No he vivido mucho, seguro que ha habido tiempos más duros, más inciertos y más injustos. De hecho sé que hoy en muchas partes del mundo se están viviendo situaciones mucho más complicadas de las que vive mi sociedad ¡eso es seguro! 

            Pero... yo no recuerdo un momento en el que levantar la voz haya sido más necesario. Nos están atacando ¡eh! Nos están ganando. Cuando es tu propio gobierno el que aprieta las leyes como el que aprieta un cuello mientras susurra: “relájate, todo terminará en un momento”, no hay más remedio que pelear por tu aire porque respirar es una necesidad no es ni siquiera un derecho. ¿Hoy?, hoy no hay nada más importante que eso. La música es solo música, lo que de verdad importa son las personas, es el pueblo. Yo puedo entender que quieran tomarnos el pelo, lo que no puedo entender ni aceptar es que lo aceptemos.
           
             Las leyes están para servirnos no para censurarnos y la boca está para hablar, y para gritar, y para morder si es necesario. Que una diputada pueda gritar “que se jodan” dentro del congreso y yo no me pueda manifestar en la puerta para pedir respeto ¿de qué? Que alguien me explique eso. Yo he estado ahí fuera gritando “lo llaman democracia y no lo es” porque votas a un programa y el que gana hace lo contrario argumentando que los votos le han legitimado ¿de qué? Que alguien me explique eso también. Se atreven a decir que vienen a solucionar nuestros problemas, pues que estudiar en la universidad sea cada vez más caro no soluciona mis problemas; que el transporte público sea más caro o que ir a los conciertos sea más caros no soluciona mis problemas; que despidan profesores y que metan más niños por aula; que en los hospitales hayan menos camas ¡eh! eso no soluciona mis problemas. Si me suben el IBI y me suben el IVA; si me suben el gas, la luz, la gasolina y el pan; si me bajan el sueldo y me quitan pagas; si reducen prestaciones y recortan las becas ¡por favor! que no tengan la poca vergüenza de decir que están solucionando mis problemas. 

            Yo si que creo que existen diferencias entre la derecha y la izquierda, pero no voy a entrar en eso porque por algún motivo que no entiendo sé que hay quienes defienden a los partidos políticos como si los partidos políticos les defendieran a ellos, sin entender que aquí todos, todos sin excepción, somos el pueblo. No sé si el enemigo son los políticos, o el banquero, o el euro o la prima de riesgo, sólo se que cuando ellos hacen mal su trabajo somos nosotros los que perdemos el empleo. ¿Por qué no se nos consulta? Toman medidas, dicen que saben que no gustan pero ¡eh! al fin y al cabo aquí solo somos gentuza. Pues yo digo, no acepto que elijan por mí. Repito: las leyes están para servirnos no para hundirnos. Aquí algo va terriblemente mal y no estoy hablando solo de la economía. ¡Oye! Haz que te escuchen. Indignación

domingo, 10 de marzo de 2013

Jubilando las pensiones


          Vivimos en una sociedad de empobrecimiento a nivel económico y social. La crisis afecta al ciudadano de a pie, desde esos padres que quieren que su hijo tenga unos buenos estudios, un inmigrante que busca atención médica urgente, a un anciano que lo único que espera es llegar a los 65 años para poder cobrar una pensión y dejar esa empresa a la que había ayudado durante muchos años. Todos los recortes están afectando a nuestro día a día en el país, lo que no sabemos es lo que pasará en un futuro no muy lejano si seguimos en esta línea.


                 Por un lado, la educación y la sanidad se están yendo a pique con los recortes del gobierno actual, aunque tampoco quiero desprestigiar el mérito de la anterior campaña que ha provocado esta crisis. Mi ocupación aquí no es entrometerme en los asuntos de partidos, sino juzgar sus medidas. Una de ellas, que recae sobre los jubilados, es la de acabar con las pensiones.

  
            Una medida tomada para el futuro, pero que está empeorando el presente, como si aún siguiéramos en el pasado. Lo que pretenden es aumentar, aún más si cabe, la edad mínima para poder jubilarse y recibir una pensión. Pero ahí no acaba el problema. Además cada día realizan más y más recortes en ese subsidio, convirtiéndose en un sueldo alimenticio muy justo.


           Y esto no ayuda al desarrollo del país. Los jóvenes no pueden mejorar la economía estando en el paro, y estos jóvenes emprendedores están sin trabajo porque las personas más mayores siguen trabajando hasta los 67 años, lo que empeora el progreso. Debemos cambiar esta situación para que, al final, no tengamos a jóvenes emigrando a otros países en busca de trabajo y a ancianos trabajando en la construcción para poder sobrevivir independientemente.

¿Inmigrante o emigrante?



              La inquisición, los holocaustos, las diferencias entre gente blanca y de color... Todo esto nos suena muy lejano en el tiempo, pero no hay que retroceder mucho, concretamente al siglo XX, para contemplar que, hasta hace poco, se seguían despreciando a los extranjeros por el simple hecho de no ser del país.


           Es ese sentimiento el que se ha implantado en nuestras mentes para menospreciar a ese honrado inmigrante cuyo único propósito es salir adelante en un territorio más desarrollado que el suyo, para ayudar a su familia a la que ha tenido que abandonar en su país. Es un sentimiento que nos hace ver al extranjero como una persona que se intenta aprovechar de nuestro dinero, cuando en realidad es todo lo contrario, un currante con un trabajo indigno del que, además, le pagan una miseria por ser de donde es, y con la excusa de no tener papeles. A mí, sin embargo, me gustaría que todas esas personas que se quejan de ellos se pusieran en su piel, es decir, tuvieran que emigrar a otro país para poder tener un buen trabajo y que te acaben tratando con desprecio por intentar ganarte la vida. Es una situación que, siguiendo por esta línea, no es tan descabellada para muchos españoles hoy en día. 


            
            Los Derechos Humanos se redactaron por una razón, conseguir una sociedad mundial en la que todo el mundo fuera igual, sin importar tu raza o tu lugar de procedencia, simplemente por ser un ser humano te merecías el respeto de los demás. Esa es la mentalidad que hay que inculcar a nuestros hijos, para conseguir un futuro más prometedor donde la barrera no esté en la piel de cada uno.

sábado, 2 de marzo de 2013

Deseducación



            Seamos claros y concisos, la educación en España se está yendo al hoyo. No me gusta andarme por las ramas con temas tan serios que preocupan principalmente al futuro y desarrollo del país dentro de unos años. Porque viéndolo desde un punto de vista crítico, ¿en verdad se cree el gobierno que va a conseguir algo bueno recortando y metiendo mano en educación? Cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta que lo que estamos educando son futuros médicos, abogados y hasta presidentes del país.


            Lo que más me preocupa hoy en día es que a los políticos no les importa para nada el sistema educativo del país. A ellos lo único que les interesa es conseguir personas que no piensen por sí mismos, que sea fácil meterles una idea y que se les quede; en sí, anular nuestra imaginación y nuestra opinión crítica. Un ejemplo claro es lo que pretende este nuevo gobierno de suprimir de una vez por todas la filosofía, única asignatura en la que podías tener un criterio sobre lo que está pasando en España. Y claro está, eso a ellos no les interesa. Prefieren tener a una población controlada gracias a los medios de comunicación y demás que a un gran grupo de librepensadores que puedan ir en contra de sus medidas.

           
            Países como Finlandia, con una educación pública de calidad, se están desarrollando de una manera muy amplia hacia un futuro más prometedor, mientras que nosotros, entre recortes de un partido y decretos del otro, nos estamos quedando atrás en la evolución y desarrollo de la Unión Europea. La educación, tanto como la justicia y los medios de comunicación, debería estar desvinculada de la política para poder ser independiente de la ideología propia del partido gobernante y así conseguir unos estudiantes más concienciados y dispuestos a mejorar el país, porque ¿qué sería de nosotros sin la educación?

            “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad.” Luis Cernuda

            “Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar le nutrirás toda la vida” Proverbio chino

viernes, 1 de marzo de 2013

Libertad relativa



              La visión general de la sociedad desarrollada actual se basa en la libertad en todos los aspectos de la vida del ciudadano dentro de esa sociedad. Sin embargo, mirando a grandes rasgos el sistema social y político de muchos países (no sólo de España) vemos que en muchos de ellos se quebrantan ese derecho inviolable que debería poseer todo hombre: LA LIBERTAD.

            En muchos lugares la libertad se restringe sólo al ámbito social, dejando a un lado la libertad en cuanto a la política, la libertad de expresión etc. En política todo el mundo habla de una Democracia donde todos somos libres de elegir a nuestro representante para que vele por nosotros, pero todo muy relativo ya que muchos de ellos sólo buscan su propio beneficio. Como defendían grandes filósofos como Bentham, la educación también está controlada para que seamos mucho más manejables y fáciles de manipular. Otros, como Noam Chomsky en “10 estrategias de manipulación mediática” criticaba a los medios de comunicación como principal causa de no ser autónomos y por tanto, no llegar nunca a ser libres, utilizando diferentes formas de persuasión y confusión que nos hacen llegar a creer nuestra propia culpabilidad en problemas como la crisis, cuando son ellos mismos los causantes, para lograr un cambio profundo empezando por nuestras mentes frágiles y corrompidas por toda la "basura" que nos hacen tragar.


         Lo que en un primer momento buscaba Kant con la Ilustración era conseguir una sociedad que se valiera de sí misma sin necesidad de tutela alguna. Eso mismo es lo que necesitamos hoy en día, poder valernos de la razón para poder pensar por nosotros mismos e intentar mejorar el sistema, que es algo que a los políticos no les interesa pero que debemos defender. “La libertad aún no la tenemos, hay que luchar por ella”.

martes, 26 de febrero de 2013

Realidad incomoda


+ ¿Qué está pasando?
-¿De verdad quieres saberlo?
+Sí.                                                                                               

+La cifra de desempleo, casi de seis millones, es inadmisible que provoca situaciones insostenibles para muchas familias, que han pasado de una situación de vida aceptable hasta la pobreza más absoluta.  Quiebra de las instituciones, sobre todo por los escándalos de corrupción (Alí Babá y los 40 políticos), la pasividad de los poderes públicos que no saben hacer frente a las exigencias de la sociedad.
El sistema educativo se extiende hasta los 16 años de forma obligatoria y gratuita pero el nivel de capacitación es bajo y no incide en el esfuerzo ni en la capacitación, tan solo en los conocimientos y se olvida de  formar personas con capacidad y competencias demandadas en nuestro futuro personal y profesional.

Actualmente el gobierno está centrado en reducir el déficit nacional con medidas impuestas por Alemania y sin hacer ninguna apuesta por la creación de empleo o apoyo a emprendedores y empresas.
En estos días se ha conseguido un pacto político para la paralización de los desahucios pero llega muy tarde para las personas que se han suicidado por este motivo y para miles de personas y familias que están viviendo situaciones extremas.
Se está reduciendo el apoyo económico y social a partidas presupuestarias que deben ser intocables como la educación, la salud, la ley de la dependencia…
Se han subido los impuestos, lo que conlleva que la ciudadanía que cada vez es mas pobre deba pagar más dinero por el mismo producto.
Yo creo que debe haber una apuesta política y económica firme para crear empleos y una apuesta por los sectores de empleo verde, de investigación, de innovación de ayudar a la internalización de las empresas.
Debemos pedir a los “Políticos” profesionalidad.
“Y es que España va muy bien, va muy bien para los de siempre, para el banquero para el alcalde y para nuestro presidente pero para el que se lo curra todo sigue igual de mal”

“Recortar gastos sociales, apretando al pensionista, repatriar al inmigrante, es política de ricos, empresarios y banqueros, multiplican su dinero. Enriqueces al que tiene, al que no tiene detienes, con tus perros obedientes,

“en esta democracia siempre gobiernan los mismos solo cambia el maquillaje.”

jueves, 21 de febrero de 2013

Democracia, ¿realidad o ficción?


        Según la RAE, la Democracia se define como la “doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno” y esa es la visión positiva que quieren que tengamos sobre el sistema político en el país. Sin embargo, ¿se ajusta esta definición a lo que estamos viviendo hoy en día en España, con corrupción, crisis y demás casos cada día más comunes?

            En sí mismo, la situación de España no se parece en nada a lo que cualquier persona podría pensar cuando se habla de Democracia. Muchos pensarán que son los políticos los que nos representan y nosotros somos los que votamos… pero, ¿no te has parado a pensar alguna vez que nosotros no tenemos la opción de votar a quien queramos? Quiero decir que nos engañan de tal forma que parece que nosotros estamos votando a un “buen” presidente (o al menos malo) cuando en verdad hay otras tantas personas controlando por encima. A esto me refiero, a que como ciudadanos no importamos, simplemente les importa quedar bien antes de las generales, para tener más votos, y a partir de ahí, cuando ya salen elegidos, se olvidan de nosotros.

            En mi opinión, deberíamos hacer algo para detener este sistema que sólo nos está llevando cada vez más al fondo. Todos nosotros tenemos que luchar por lo que queremos, por esos derechos que tantos años y guerras han costado conseguir. Como decía Marx “El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.” Y eso es lo que debemos cambiar. Porque nosotros somos el poder y debemos revolucionarnos para conseguir una Democracia real, donde predomine el pueblo en el gobierno, para así poder crear una sociedad más justa, donde premie la igualdad total de las clases.

martes, 19 de febrero de 2013

Levántate, ponte de pie por tus derechos.


-¿Tengo derechos?
+Sí, como todas las personas.
                Todos tenemos derechos, “Los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (…)”.Mira a tu alrededor, ¿Somos todos tratados de la misma manera?
-No.
+Exacto, pero ¿Por qué?
-…
Nadie, absolutamente nadie, es más que otro. “Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona (…)” Si, eso está escrito en los derechos humanos, no lo has leído mal. Si somos todos iguales ¿Por qué si robo 22 millones de euros, o 9 millones de euros voy a la cárcel? Principalmente porque es un delito, pero si yo robando esa cantidad de dinero iría a la cárcel ¿Por qué ellos no? ¿No somos todos iguales?  No he llegado a terminar de citar ni el primero ni el segundo de los artículos de los Derechos Humanos y como que si lo comparamos con la realidad creo que no encaja…
“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”
Creo que los algunas personas no llegaron a leer esta parte del artículo, si esos mismos que son juzgados con diferentes leyes que nosotros, que creen que tienen más derechos que nosotros, que pueden quitar y poner todo lo que quieran. 

Sin embargo, todavía existen algunas personas que no se han mirado muy bien estos derechos, y se creen capaces de hacer lo que les plazca, sin necesidad de ser juzgados como una persona de a pie. Se trata de gente sin escrúpulos ni moralidad interior que se dictan por sus propias leyes, haciendo caso omiso a unos límites mundialmente conocidos. Es con esta actitud con la que tenemos que acabar. Para que en un futuro podamos decir que todos los humanos de este planeta somos iguales en lo que respecta a los derechos.