No soy de los que piden milagros, sé que nadie regala nada, que todo es
complicado, que la maldita injusticia
es parte del ser humano y que la
sociedad perfecta no existe ni se
la espera. Yo eso lo tengo claro. No he vivido mucho, seguro que ha habido tiempos más
duros, más inciertos y más
injustos. De hecho sé que hoy en
muchas partes del mundo se están
viviendo situaciones mucho más complicadas de
las que vive mi sociedad ¡eso es
seguro!
Pero... yo no recuerdo un momento en el
que levantar la voz haya sido más
necesario. Nos están atacando
¡eh! Nos están ganando. Cuando es tu propio gobierno el que
aprieta las leyes como el que
aprieta un cuello mientras
susurra: “relájate, todo terminará en un momento”, no hay más remedio que pelear por tu aire porque respirar es una necesidad no es ni siquiera un derecho. ¿Hoy?, hoy no hay nada más importante que
eso. La música es solo música, lo que de verdad importa son las personas, es el pueblo. Yo puedo entender que quieran tomarnos
el pelo, lo que no puedo entender ni
aceptar es que lo aceptemos.
Las leyes están para servirnos no para
censurarnos y la boca está para
hablar, y para gritar, y para
morder si es necesario. Que una
diputada pueda gritar “que se jodan” dentro del congreso y yo no me pueda manifestar en la
puerta para pedir respeto ¿de
qué? Que alguien me explique eso. Yo
he estado ahí fuera gritando “lo llaman democracia y no lo es” porque votas a un programa y el que gana hace lo contrario argumentando que los votos le han legitimado ¿de qué? Que alguien me explique eso
también. Se atreven a decir que
vienen a solucionar nuestros problemas, pues que estudiar en la universidad sea cada vez más caro no soluciona mis problemas; que el transporte público sea más caro
o que ir a los conciertos sea más caros no soluciona mis problemas; que despidan profesores y que metan más
niños por aula; que en los hospitales
hayan menos camas ¡eh! eso no
soluciona mis problemas. Si me
suben el IBI y me suben el IVA; si me
suben el gas, la luz, la gasolina y el pan; si
me bajan el sueldo y me quitan pagas; si
reducen prestaciones y recortan las becas ¡por
favor! que no tengan la poca vergüenza de decir que están solucionando mis problemas.
Yo si que creo que existen diferencias
entre la derecha y la izquierda, pero no voy a entrar en eso porque por algún motivo que no entiendo sé que hay quienes defienden a los
partidos políticos como si los
partidos políticos les defendieran a ellos, sin
entender que aquí todos, todos sin excepción, somos
el pueblo. No sé si el enemigo
son los políticos, o el banquero,
o el euro o la prima de riesgo, sólo
se que cuando ellos hacen mal su trabajo somos
nosotros los que perdemos el empleo. ¿Por
qué no se nos consulta? Toman medidas, dicen que saben
que no gustan pero ¡eh! al fin y
al cabo aquí solo somos gentuza. Pues
yo digo, no acepto que elijan por mí. Repito: las leyes están para servirnos no
para hundirnos. Aquí algo va
terriblemente mal y no estoy
hablando solo de la economía. ¡Oye!
Haz que te escuchen. Indignación