"La palabra justa"

viernes, 12 de julio de 2013

Consumismo inconsciente



          Vivimos en una sociedad de consumo. Desde niños, ya nos meten en la cabeza el hecho de que comprar es bueno, que necesitamos comprar para sobrevivir. Así, estas pequeñas criaturas llegan a la adolescencia deseando lo mejor de lo mejor, todo de marca por supuesto, para no ser el único “loser” que no sigue la moda. Es así, y no sólo a esa edad, cuando vamos creciendo los medios de comunicación nos hacen ver que necesitamos todo lo innecesario que esté en venta.

          “Tenemos que comprar la televisión de pantalla plana con la última videoconsola al niño, el iPad de última generación y un portátil a la niña y, por supuesto, lo mejorcito en móviles para nosotros, que somos los más modernos.” Una era tecnológica que más que avanzar está retrasando, además de abobar a todo el mundo. Pero esto no sólo se queda en lo referido a las máquinas, al final nosotros mismos nos estamos obligando a comprar cosas que no valen para nada, y que, al final, acaban tiradas en el desván. Pero no aprendemos, y seguimos despilfarrando a lo tonto. Nos hemos convertido en esclavos de la publicidad, de todos los anuncios de cosméticos, aparatos y baratijas ya sea en televisión, en la calle y hasta en el ordenador. No los podemos evitar. Sólo falta que invadan nuestros sueños.


   Todo esto sólo puede conllevar a no llegar a fin de mes, acabar con el agua al cuello, gracias a que nos dejamos persuadir por las astucias de marketing modernas. Tenemos que consumir con cabeza, hacerlo responsablemente, porque sino, las grandes empresas nos estarían ganando el pulso. No te dejes engañar, la sociedad de bienestar no es para todos por igual.


"Todo el día currando como un cabrón hasta las 10 por un salario de mierda que no me llega a fin de mes. Pero la tele me dice que tengo que consumir. Acepto con sumo gusto, yo me dejo persuadir"





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